lunes, 27 de junio de 2011

Final alternativo…


Watanabe encontró a Midori; después de ese tiempo ella lo vió a la cara y se dió cuenta de que con ella, se había muerto también una parte de él. Watanabe no era el mismo. Quizá ni siquiera él se había dado cuenta, pero a los ojos de Midori era incierto si él continuaba siendo el mismo hombre del que ella se había enamorado.

No sabía que pensar, ella hubiera estado dispuesta a darle todo, su vida, su tiempo, su amor; ese amor del que ella tanto hablaba, ese amor egoísta pero incondicional. Midori ha querido toda su vida encontrar a alguien que este dispuesto a entregarle todo, sin dudas ni reservas. Es lo justo, cuando alguien sufre de amores al final lo único que desea es, no un poco, sino plena felicidad.

Escuchó atentamente todo lo que él tenía que decirle; cuando quieres a alguien no puedes evitar escuchar razones, uno no puede cerrarle la puerta al que pudiera ser el amor de la vida así porque sí, por el orgullo de no desear oír lo que no se quiere.

Obviamente de la boca de Watanabe salieron todas aquellas palabras a las que Midori más temía. Naoko, aunque ausente, seguía siendo una sombra para los dos, para su amor.

Quisiera decirle algo que pudiera ayudar a aliviar esa culpa; Reiko se lo dijo mejor alguna vez, el amor cuando es honesto no debe arrojar a nadie dentro de un laberinto y bajo esa premisa… Midori decidió desaparecer para recuperar la esperanza en la humanidad, en el amor y quizá algún día… podrá ser feliz estando con alguien… o no.


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